«El pesimismo, entendido como pensamiento negativo o desesperanzado, es mucho más antiguo de lo que puede parecer. Sugiere que vivimos en el peor de los mundos posibles, y es una corriente que han apoyado algunas de las mentes más privilegiadas de la historia.» ~ El Filósofo Loco
El problema central con el pesimismo, a mi modo de ver, es que se trata de una postura sesgada y arbitrariamente subjetiva.
El sufrimiento abunda en el mundo, es cierto, pero de la existencia del sufrimiento no se justifica deducir una condena del mundo. Para poder juzgar el mundo de forma imparcial tendríamos que apelar a un criterio que desde fuera del mundo nos permitiera valorarlo globalmente. Pero fuera del mundo no hay nada, por definición.
Además, el placer y la felicidad también abundan igualmente, ¿por qué deberíamos condenar el mundo por la existencia del sufrimiento en lugar de celebrarlo por la existencia del goce?
El pesimista sólo puede argüir que él no desea el sufrimiento y quiere su eliminación. Pero eso es un simple deseo personal y no un criterio moral que justifique racionalmente una condena sobre el sufrimiento o sobre la existencia en general.
Los pesimistas acusan a menudo a los optimistas de adoptar una postura sesgada que hace prevalecer el aspecto positivo de la existencia sobre el negativo —y pueden tener razón— pero la suya propia no es menos sesgada y subjetiva que el propio optimismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
LOS COMENTARIOS ESTÁN MODERADOS
Todos los comentarios serán revisados antes de ser publicados para comprobar si se ajustan a la temática del blog. En ningún caso se permite el uso de palabras en mayúsculas —equivalen al empleo de gritos en una conversación— ni tampoco el uso de insultos, amenazas o cualquier forma de violencia verbal. Si deseas participar en el foro, por favor, atente a las normas de convivencia y debate civilizado. Gracias por tu atención.