La preocupación por las palabras es la preocupación por el conocimiento y la comunicación.
Expresiones como "sólo son etiquetas" demuestran una falta de conciencia acerca del propio hecho de que todas las palabras son etiquetas. Etiquetas que colocamos sobre hechos, objetos, ideas, experiencias, fenómenos, individuos, conceptos,... para poder identificarlos entre nosotros y poder intercambiar información mediante la expresión simbólica que es el lenguaje hablado y escrito.
Si cada uno se inventa el significado de las palabras ya existentes a su mero capricho –ignorando la definición establecida– entonces no cabe posibilidad de entendimiento. De ese modo no podemos dialogar, comprendernos ni llegar a acuerdos entre nosotros. Quien adopta esa actitud ha rechazado la razón como criterio y ha optado por el caos o por la simple imposición del egoísmo y la fuerza frente a otros.