Mostrando entradas con la etiqueta sexismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sexismo. Mostrar todas las entradas

12 de enero de 2014

Sobre el sexismo y el lenguaje



«Rosa Montero lo ha escrito admirablemente: “Es verdad que el lenguaje es sexista, porque la sociedad también lo es”. Lo que resulta ingenuo, además de inútil, es pretender cambiar el lenguaje para ver si así cambia la sociedad. Lo que habrá que cambiar, naturalmente, es la sociedad. Al cambiarla, determinados aspectos del lenguaje también cambiarán —en ese orden.» - Pedro Álvarez de Miranda

Las palabras no tienen sexo. Asignarles una referencia sexual es una acción convencional y arbitraria. Los géneros gramaticales no son géneros sexuales.

La palabra «persona» es de género gramatical femenino pero se usa para ambos sexos por igual. La palabra «individuo» es de género gramatical masculino pero se usa para ambos sexos. Los géneros gramaticales no tienen sexo ni equivalen a los géneros sexuales, por tanto, no hay ni puede haber sexismo cuando digo, por ejemplo, "todos" puesto que me refiero a todos los individuos sin distinción de sexo. Lo mismo cuando decimos, por ejemplo, "niños" o "doctores" o lo que sea similar. No es un lenguaje sexista porque incluye a ambos sexos por igual.


A menudo mucha gente se limita a promover medidas superficiales y erróneas que en nada erradican el prejuicio del sexismo; un prejuicio que afecta por igual a hombres y mujeres, y que muchos no saben ni siquiera en qué consiste realmente. Ese tipo de medidas consiste en decir, por ejemplo, "todos y todas" o "todos/as". Yo considero que eso es sexismo. Eso es discriminar a las personas por motivos de sexo sin un motivo razonado, sólo porque son de sexo diferente.

Sexismo en el lenguaje es discriminar entre palabras simplemente por el sexo de la persona señalada cuando no tiene ninguna relación con el significado al que hace referencia. ¿Qué relevancia tiene el sexo cuando se trata de ejercer alguna profesión como, por ejemplo, la abogacía o la medicina? Cuando hablamos de médicos o de abogados, o de otras profesiones, es irrelevante el sexo al que pertenezcan. Lo único que importa es su capacidad individual para ejercer dicha profesión. 

Esas separaciones artificiosas y sexistas me recuerdan a medidas como hacer colegios masculinos y colegios femeninos. Separar a la gente sin otra razón que el hecho de que son de sexo diferente. Todo eso no es más que sexismo. Y el feminismo mal entendido sólo consigue afianzar y perpetuar ese prejuicio.

No estoy de acuerdo con esa forma de escribir que pretende establecer separaciones entre sexos. Entiendo que la intención inicial es buena pero considero que es un error porque es una forma errónea de combatir el sexismo que proviene de una mala comprensión de lo que es el sexismo.

Considero que escribir así está mal, porque hacer divisiones entre personas basadas en el sexo, por el simple hecho de ser de sexos diferentes, sería sexismo. Y considero que esa forma de expresión confunde género gramatical con género sexual. Esa forma de hablar es precisamente una forma de hablar sexista. No conozco ningún argumento razonable a favor de esa forma de expresión.

Si el género gramatical supuestamente corresponde con el género sexual, entonces, por justicia, habría que añadir un género bi-sexual y un género a-sexual. Esto es: si supuestamente decir "todos" supone discriminar a "todas" entonces decir "todas y todos" discrimina a, digamos, "todes" [ambos sexos] y a "todis" [sin sexo].

¿Personas con dos sexos? ¿Personas sin sexo? Bueno, cualquier persona puede legítimamente tener la identidad sexual que considere que corresponde con su personalidad o también puede simplemente no tenerla. De todos modos, éste no es el punto que pretendo señalar.

La verdadera cuestión es que las palabras no tienen sexo. La asociación entre género gramatical y género sexual es puramente arbitraria y convencional. Por tanto, usar un determinado género gramatical —ya sea masculino o femenino— que englobe a todos los individuos por igual no es discriminatorio ni sexista. Y, por eso, usar expresiones como "todas y todos" es innecesario, reiterativo y producto de un malentendido.

Una cosa es el género gramatical y otra cosa diferente es el género sexual. Entre ellos sólo hay una relación convencional. Y el género gramatical es una categoría que no está conectada al género sexual. La confusión entre ambas es una confusión categorial. Por eso, creer que es sexista el uso del género gramatical masculino como genérico —para englobar a cualquier sexo— resulta tan absurdo como pensar que es sexista usar el término persona para englobar a cualquier sexo por ser una palabra de género gramatical femenino.

Hay una razón que justifica usar el género gramatical masculino de forma inclusiva. De hecho, hay dos.

La primera es que el género gramatical no equivale al género sexual y, por tanto, un solo género gramatical puede englobar a ambos sexos, ya que la relación entre género gramatical y género sexual es siempre arbitraria y convencional. Un ejemplo de ello es el término persona que es de género gramatical femenino pero engloba a individuos de ambos sexos. Nadie se queja de que tengamos palabras de género gramatical femenino para englobar a ambos sexos, cuando es exactamente lo mismo que tener un sólo género gramatical para servir de génerico para nombrar a los individuos sin distinción de sexo.

Lo que no es racional es que alguien confunda el género gramatical con el género sexual. Son dos cosas completamente distintas. No es racional confundir categorías. No es racional confundir personas con palabras.

La otra razón es la economía del lenguaje. Se facilita mucho mejor la comunicación cuando usamos el menor número de términos posible que el mayor número de términos posible. El hecho de incluir dos géneros gramaticales por defecto no se justificaría racionalmente, puesto que no añade ninguna información relevante. Ya sabemos que hay varios sexos entre nosotros. Especificarlo a cada momento carece de sentido y utilidad y sólo sirve para aumentar el número de términos expresados.

Hay expresiones concretas que son machistas por su significado, pero el lenguaje como tal no es machista. El lenguaje como sistema no discrimina a las mujeres. Cuando usamos el género gramatical masculino como genérico estamos incluyendo a todos los sexos, y para diferenciar entre ellos tenemos que especificarlo. Por tanto, no hay sexismo en este uso.

Aunque supuestamente el origen de esta elección estuviera en el machismo, eso sólo explica el origen pero no el uso. El uso se sustenta en razones que no tienen que ver con el sexismo, tal y como acabo de exponer. Apelar al origen es una falacia —la falacia genética— puesto que confunde la génesis de un fenómeno con la naturaleza y la identidad del fenómeno en sí mismo.

Bibliografía:

El género no marcado

Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer

La RAE explica por qué citar a 'diputados y diputadas' es artificioso e innecesario


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...