28 de marzo de 2017

Causa y consecuencia




La expresión exterior es un reflejo de la vivencia interior. Lo primero está causado por lo segundo. Pero en sentido inverso no funciona del mismo modo. De lo contrario, no podrían existir la mentira y la hipocresía; y sabemos que existen. Por tanto, el proceso de cambio o evolución personal debería ser principalmente interior, es decir, en nuestra forma de sentir y pensar.

Todos los problemas en los que estamos involucrados son consecuencia directa de nuestra mentalidad, y esta mentalidad está conformada por actitudes, ideas, creencias y, también, por una disposición biológica de nuestro organismo. Por tanto, si quieremos solucionar esos problemas, debemos actuar principalmente sobre la causa y no tanto sobre las consecuencias.

17 de marzo de 2017

A favor pero en contra




Determinados argumentos, que parecen ser en favor de una causa, en realidad repiten los esquemas de pensamiento del error que se supone pretenden denunciar, y de este modo van en contra de ese mismo ideal que se supone pretenden apoyar.

Por ejemplo, la afirmación de que las mujeres merecen respeto porque son familiares de algún hombre asume la idea de que las mujeres importan porque son valoradas por los varones, y no porque merezcan respeto por sí mismas independientemente de la relación, la valoración o la opinión que tengan los hombres sobre ellas.

14 de marzo de 2017

Moralidad y Sociabilidad



«La moralidad no es un producto de la sociedad. La moralidad es algo que la sociedad manipula, explota, redirige y bloquea.» - Zygmunt Bauman

Habría que distinguir entre el sentido moral y el contenido de la moral. No es lo mismo. De la misma manera que no es lo mismo el contenido de las matemáticas que la capacidad para comprender y manejar las matemáticas. Evolutivamente hemos desarrollado la capacidad para comprender la moral, al igual que desarrollamos la capacidad para pensar matemáticamente. Pero nosotros no inventamos la moral ni la matemática.

Por otro lado, si bien la moral establece un código de conducta —normatividad— esto no significa que la moral equivalga a un simple código de conducta. Suponer lo contrario es una falacia que toma una parte por el todo. Las normas de una comunidad de vecinos son un código normativo de tipo social pero nadie lo considera parte de la moral. La moral existe de forma independiente de la sociedad y también de la religión, y es un producto de la razón.

No sería correcto hablar de "moral religiosa". La religión y la moral son categorías separadas. De hecho, la religión establece normas que se contraponen a la moral. La religión establece normas de origen supuestamente divino o sobrenatural; no establece normas morales. Se confunde la moral con la religión y con la sociedad. Un código de conducta religioso no es un código moral. Un código social de conducta —ya sea las normas del parchís, de una comunidad de vecinos, o una legislación estatal— no es un código moral.

La moralidad no es una fenómeno que aparezca exclusivamente en el contexto humano, ni tampoco es un invento que hayamos creado nosotros. La moralidad es una cualidad innata a nuestra naturaleza y que compartimos con otros animales. Ellos también disponen de empatía, tendencia al altruismo, y un sentido de la justicia, aunque sea a un nivel muy básico.

Es habitual la confusión entre la capacidad de sociabilidad —cooperar con otros individuos para beneficio propio— con la capacidad moral. La sociabilidad no es moralidad. La moral no es necesaria en absoluto para conseguir la supervivencia individual o para lograr la cooperación de grupo —una sociedad— en beneficio de sus miembros. La capacidad de colaborar con otros es una consecuencia del egoísmo y el instinto gregario que se manifiesta en diferentes formas y grados en según cada especie y en cada individuo particular.

La moral es objetiva y universal. En cambio, la sociedad es convencional y relativa. Los principios o reglas morales se derivan puramente del razonamiento, mientras que las normas o pautas sociales se establecen mediante el acuerdo o la imposición

La evolución puede explicar el surgimiento biológico progresivo de la capacidad moral pero no puede explicar la existencia de la moralidad. La capacidad moral es una aplicación de la lógica inherente a nuestro intelecto. La conciencia moral es un desarollo de la empatía que nos permite ponernos imaginadamente en el lugar de otros individuos y valorar sus intereses al mismo nivel que los nuestros. Esto tiene como consecuencia lo que denominamos como altruismo. Es un sentido peculiar que no tiene que ver con la supervivencia.

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