Si no me equivoco, uno de los principios básicos del libertarismo es el que dice que nuestro cuerpo —nuestro organismo físico— es literalmente nuestra propiedad como individuos. Podemos hacer con él lo que deseemos —siempre que no lo usemos para coaccionar la libertad de otros— hasta el extremo de que podemos dañarlo o destruirlo si así lo deseamos. Por esto, el libertarismo critica el hecho de que las leyes obliguen a que sea protegida la integridad física de cada persona, tanto si esta quiere protegerla como si no quiere —por ejemplo, están en contra de la obligación legal de ponerse casco al circular con moto.
Bien, yo estoy en desacuerdo con este principio del libertarismo, pues de hecho lo considero empíricamente erróneo, lógicamente contradictorio y, además, inmoral.
Es empíricamente erróneo porque no hay diferencia real entre nosotros mismos y nuestro cuerpo. No es que nosotros tengamos un cuerpo, sino que somos un cuerpo. Somos un ente biológico con capacidad de sentir. A no ser que postulemos algún tipo de entidad espiritual que controla el cuerpo —algo que carece de cualquier evidencia que lo sostenga— entonces tendremos que aceptar que nuestra condición de individuos reside en nuestro cuerpo. Como no hay diferencia esencial entre nuestro cuerpo y nosotros mismos, resulta absurdo que nuestro cuerpo sea considerado "nuestra" propiedad. El concepto de propiedad implica que un sujeto posee un objeto. Pero no podemos ser legítimamente poseídos en propiedad por nadie porque no somos objetos, sino que somos sujetos —somos personas. El cuerpo de una persona es parte integrante de su personalidad; no de su propiedad.
Es lógicamente contradictorio porque si el fundamento básico de la moralidad es la libertad del individuo para autodeterminarse, entonces resulta contradictorio afirmar que es lícito el hecho de dañarnos o destruirnos a nosotros mismos —ya fuera intencionadamente o por negligencia— puesto que ese hecho violaría nuestra propia capacidad para autodeterminarnos. Resulta absurdo señalar que debemos respetar la autodeterminación del individuo y al mismo tiempo aceptar que esa autodeterminación puede ser usada para destruirse a sí misma. Una doctrina que parte de la libertad del individuo para autodeterminarse y decidir sobre su vida no puede servir para destruir deliberadamente esa misma libertad.
Es inmoral porque si la doctrina del libertarismo tuviera una base racional entonces tendría que aceptar la lógica y el principio de igualdad que está basado en el principio lógico de identidad [A=A]. Esto significa que si consideramos que todo individuo tiene derecho a vivir libremente su propia vida mientras no viole la libertad individual de los individuos, entonces por la misma razón estamos obligados a respetar ese derecho también en nosotros mismos. Discriminarnos a nosotros mismos del respeto básico que todo individuo merece sería una flagrante violación del principio de igualdad.
Por todo esto considero que el libertarismo es una perversión del concepto de libertad; al igual que el igualitarismo es una perversión del concepto de igualdad y el bienestarismo una perversión del concepto de bienestar.
Por todo esto considero que el libertarismo es una perversión del concepto de libertad; al igual que el igualitarismo es una perversión del concepto de igualdad y el bienestarismo una perversión del concepto de bienestar.