A menudo nos encontramos en los debates informales con el argumento de que no podemos hacer juicios sobre las cosas y que se suele concluir con la frase "nada es blanco o negro". Este argumento pretende evadir el juicio sobre algún asunto, diciendo que no podemos determinar si un fenómeno pertenece a determinada categoría porque sus límites no son precisos y exactos.
En lógica esto se conoce como la paradoja sorites que pretende negar la validez de las categorías apelando a que todo es un continuo. Por ejemplo, esta falacia asegura que no podemos diferenciar entre niños y adultos porque no hay un límite preciso en el que el individuo pase de un estado a otro, sino que se trata de una permanente evolución. La falacia en general se puede aplicar a multitud de conceptos que no podemos delimitar con precisión absoluta. La idea de que "nada es blanco y negro" puede considerarse una versión de esta falacia.
El anti-absolutismo incurre en la misma contradicción que es inherente al relativismo. El postulado de que "todo es relativo" incurre en una incoherencia lógica puesto que si ese postulado es correcto entonces se trata de un postulado absoluto y no relativo, con lo cual se contradice a sí mismo –no todo es relativo– y resulta inválido. Es decir, el antiabsolutismo ha resultado ser una forma específica de absolutismo.
El relativismo se basa en una contradicción lógica. Si aceptamos lo que dice el relativismo entonces el relativismo no puede ser cierto porque el propio relativismo sería relativo y no podría expresar una verdad objetiva. El relativismo presupone que todo es relativo menos el propio relativismo, lo cual es contradictorio. Por tanto, el relativismo no se sostiene desde el punto de vista lógico y debe ser falso.
Señalar que "todo es relativo y no hay verdad absoluta" es una proposición contradictoria, pues se postula a sí misma como una verdad absoluta. Si fuera cierta se refutaría a sí misma. Por tanto, es lógicamente errónea y lo que expresa es falso.
El relativismo se basa en una contradicción lógica. Si aceptamos lo que dice el relativismo entonces el relativismo no puede ser cierto porque el propio relativismo sería relativo y no podría expresar una verdad objetiva. El relativismo presupone que todo es relativo menos el propio relativismo, lo cual es contradictorio. Por tanto, el relativismo no se sostiene desde el punto de vista lógico y debe ser falso.
Señalar que "todo es relativo y no hay verdad absoluta" es una proposición contradictoria, pues se postula a sí misma como una verdad absoluta. Si fuera cierta se refutaría a sí misma. Por tanto, es lógicamente errónea y lo que expresa es falso.
En nuestra realidad, hay cosas que son blancas, hay cosas que son negras, y hay cosas que son grises. Tan absolutista es decir que todo es, o debe ser, blanco o negro, como decir que todo es, o debe ser, gris.
La postura que rechaza la noción de absoluto es tan absolutista como la postura que dice que todo debe ser categorizado en nociones absolutas. Ambas son absolutismo por igual. Pero el relativismo es una postura absolutista que suele acusar de "absolutismo" a otras posturas que sí aceptan que hay o pueden haber nociones de categorización absoluta; por ejemplo: hay determinadas acciones que siempre están bien y otras que siempre están mal.
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