8 de agosto de 2015

El egoísmo: una aclaración



«No hay que anteponer el cuidado de los otros al cuidado de sí; el cuidado de sí es éticamente primero, en la medida que la relación consigo mismo es ontológicamente primera.» - Michel Foucault

Considero que el egoísmo no sería inmoral. ¿Qué es el egoísmo? Podemos definir el egoísmo como la actitud de preocuparse sólo por uno mismo. 

Si alguien quiere dedicar toda su vida a pintar cuadros, porque esto es lo que le satisface, pienso que tiene derecho a hacerlo. Los individuos son fines en sí mismos y no son medios para ser legítimamente utilizados para lograr alguna finalidad ajena a su voluntad y sus intereses.

El egoísmo, si lo entendemos por la preferencia de preocuparse y cuidarse de uno mismo, no es un acto inmoral. El egoísmo es un instinto natural de todo individuo, igual que lo es obtener un beneficio y evitar el daño.

El problema sólo ocurre cuando el egoísmo no se atiene a los límites de la ética; al igual que el placer. Está mal hacer daño a otros individuos sólo por placer, pero el placer no es intrínsecamente malo en sí mismo. Está mal hacer daño a otros individuos sólo por egoísmo, pero el egoísmo no es intrínsecamente malo en sí mismo.


El egoísmo puede ser inmoral si implica violar los derechos de otros individuos; pero el altruismo también puede ser inmoral de la misma forma, cuando se exige que los individuos se sacrifiquen forzadamente en beneficio de otros.

Exigir que no sacrifiquen a un individuo forzadamente para el beneficio de otros no es imponer a ese individuo por encima de los demás sino que sería justamente lo contrario: que los intereses de todos los individuos sean igualmente considerados y no se fuercen a unos a servir a los de otros.


A menudo se confunde el egoísmo con el egocentrismo, que consiste en imponerse uno mismo como centro de decisión frente a cualquier otro criterio: "esto es así porque yo lo digo así o porque yo lo quiero así".

19 de julio de 2015

Una refutación del libertarismo





Si no me equivoco, uno de los principios básicos del libertarismo es el que dice que nuestro cuerpo —nuestro organismo físico— es literalmente nuestra propiedad como individuos. Podemos hacer con él lo que deseemos —siempre que no lo usemos para coaccionar la libertad de otros— hasta el extremo de que podemos dañarlo o destruirlo si así lo deseamos. Por esto, el libertarismo critica el hecho de que las leyes obliguen a que sea protegida la integridad física de cada persona, tanto si esta quiere protegerla como si no quiere —por ejemplo, están en contra de la obligación legal de ponerse casco al circular con moto.

Bien, yo estoy en  desacuerdo con este principio del libertarismo, pues de hecho lo considero empíricamente erróneo, lógicamente contradictorio y, además, inmoral.

Es empíricamente erróneo porque no hay diferencia real entre nosotros mismos y nuestro cuerpo. No es que nosotros tengamos un cuerpo, sino que somos un cuerpo. Somos un ente biológico con capacidad de sentir. A no ser que postulemos algún tipo de entidad espiritual que controla el cuerpo —algo que carece de cualquier evidencia que lo sostenga— entonces tendremos que aceptar que nuestra condición de individuos reside en nuestro cuerpo. Como no hay diferencia esencial entre nuestro cuerpo y nosotros mismos, resulta absurdo que nuestro cuerpo sea considerado "nuestra" propiedad. El concepto de propiedad implica que un sujeto posee un objeto. Pero no podemos ser legítimamente poseídos en propiedad por nadie porque no somos objetos, sino que somos sujetos —somos personas. El cuerpo de una persona es parte integrante de su personalidad; no de su propiedad.

Es lógicamente contradictorio porque si el fundamento básico de la moralidad es la libertad del individuo para autodeterminarse, entonces resulta contradictorio afirmar que es lícito el hecho de dañarnos o destruirnos a nosotros mismos —ya fuera intencionadamente o por negligencia— puesto que ese hecho violaría nuestra propia capacidad para autodeterminarnos. Resulta absurdo señalar que debemos respetar la autodeterminación del individuo y al mismo tiempo aceptar que esa autodeterminación puede ser usada para destruirse a sí misma. Una doctrina que parte de la libertad del individuo para autodeterminarse y decidir sobre su vida no puede servir para destruir deliberadamente esa misma libertad.

Es inmoral porque si la doctrina del libertarismo tuviera una base racional entonces tendría que aceptar la lógica y el principio de igualdad  que está basado en el principio lógico de identidad [A=A]. Esto significa que si consideramos que todo individuo tiene derecho a vivir libremente su propia vida mientras no viole la libertad individual de los individuos, entonces por la misma razón estamos obligados a respetar ese derecho también en nosotros mismos. Discriminarnos a nosotros mismos del respeto básico que todo individuo merece sería una flagrante violación del principio de igualdad.

Por todo esto considero que el libertarismo es una perversión del concepto de libertad; al igual que el igualitarismo es una perversión del concepto de igualdad y el bienestarismo una perversión del concepto de bienestar.

11 de julio de 2015

Libertad de expresión




Toda persona tiene derecho a expresar sus opiniones sobre cualquier cuestión, sean las que sean. Esto significa que no se le puede agredir ni coaccionar por manifestar sus ideas, por muy disparatadas que nos parezcan. 

Si alguien opina que está bien torturar a niños; tiene derecho a expresar su opinión y explicar por qué piensa de esa manera. El simple hecho de que nosotros no estemos de acuerdo o nos ofendan sus ideas no es una razón válida para coartar su derecho.

Esto se refiere a expresar ideas u opiniones. Esto entra dentro de la categoría de cosas: creencias, doctrinas, actos. Se debería poder emitir cualquier opinión sobre cualquier tema, fuera la que fuera.

En teoría del lenguaje se distingue entre emisiones enunciativas y emisiones imperativas. En filosofía del lenguaje se distingue entre actos de habla constatativos y actos de habla performativos. Esto es, el lenguaje puede ser usado para expresar pensamientos o puede ser usado para actuar sobre otros. Si estudiáramos filosofía del lenguaje quizás no estaríamos confundiendo constantemente el nivel constatativo con el performativo, y quizás no estaríamos confundiendo así en qué consiste el derecho a la libertad de expresión.

La libertad de expresión no puede amparar violaciones de otros derechos. Éste es el único límite que posee. Pero para que unas palabras fueran consideradas como violencia ya no podrían ser opiniones; sino que serían claramente amenazas o agresiones coactivas. Esto no entra categorialmente dentro de la opinión.

Sin embargo, a menudo se intenta reprimir la libertad de expresión alegando que determinadas palabras son "ofensivas" o "violentas". Esto sucede a menudo con el problema de la religión.

Si, por ejemplo, alguien dice que odia a Israel o que odia el islamismo, eso no es una alusión personal en ningún sentido, por tanto no es legítimo limitar la libertad de expresión, o cualquier otro derecho, aunque se trate en efecto de violencia verbal —en el sentido de que se expresa odio— porque no amenaza ni coacciona a nadie y, por tanto, no es violencia personal —contra personas.

23 de junio de 2015

Acerca de la mística




Estaba leyendo un artículo acerca del método científico cuando nada más empezar a leerlo veo que en las primeras líneas afirma que el pensamiento científico "se hundió por obra y gracia de los místicos". Pero entiendo que eso no es correcto. El autor debe de estar confundiendo a los místicos con los religiosos.

El hundimiento de la ciencia en la Antigüedad tuvo que ver con diversos factores políticos (caída del Imperio Romano) y culturales, entre los que se incluye el fanatismo religioso que trajo el cristianismo. Pero el misticismo existía mucho antes del cristianismo; y, de hecho, algunos precursores de la filosofía y la ciencia eran místicos, como es el famoso caso de Parménides, a quien se considera padre de la lógica, nada menos.

El misticismo se confunde a menudo con la religión; pero es una corriente de pensamiento diferente; más parecida y cercana a la filosofía que a la religión, aunque distinta de ambas.

Mientras que la religión se fundamenta en la fe y en la idea de la divinidad como sus características esenciales; la filosofía tiene a la razón y al concepto como los rasgos definitorios de su ámbito. En cambio, la mística se basa en la transcendencia  y en la práctica de la meditación.

Del mismo que algunas teorías filosóficas han asumido preceptos y dogmas religiosos (donde mejor se aprecia esto es en la Edad Media) también hay doctrinas místicas que han adoptado conceptos religiosos; si bien se trata de disciplinas independientes. Y, por supuesto, también ocurre que las religiones sustraen ideas propias de la filosofía o de la mística para exponer su visión del mundo.

La doctrina del taoísmo a menudo ha sido catalogada tanto de religión como de filosofía; pero no parece encajar en ninguna de esas categorías. No apela a la fe ni a la divinidad (religión). Ni tampoco es producto del razonamiento y la deducción de conceptos (filosofía). Yo considero que es un ejemplo representativo de pensamiento místico que evidencia su peculiaridad.

Asimos, gran parte de la obra de Nietzsche sale de la filosofía y entra claramente dentro del terreno de la mística, partiendo de su visión sobre la antigua cultura griega y los rituales de Dionisos. Por ejemplo; la noción del eterno retorno no es religiosa ni filosófica; es mística.

No se tiene que estar a favor del misticismo para comprender su singularidad. Aparte de la opinión que uno tenga de la mística; hay que reconocer que es una noción diferente a la religión. Confundir el misticismo con la religión es tan erróneo como confundir la ciencia con la magia en tanto que son categorías distintas.

Varios científicos modernos como Einstein y Schrödinger escribieron artículos sobre mística. Y más actualmente tenemos el caso de pensadores como el de André Comte-Sponville, o el de Sam Harris, reivindicando la "espiritualidad sin religión"; lo cual refiere en realidad a la mística.



22 de mayo de 2015

¿Qué es filosofía?


En su obra Breve Historia de la Filosofía, el académico Justus Harnack - comentando el pensamiento de Hegel - expone de este modo la singularidad de la filosofía: 
«Lo que la filosofía es, y hace, se puede expresar en diferentes modos; pero un modo de hacerlo es decir que la filosofía trata de categorías. Y la naturaleza lógica y la existencia de las categorías, evidentemente no puede ser afirmada ni negada por la experiencia, pues la experiencia presupone las categorías, y de esto se sigue que las categorías en sí no pueden ser objeto de la experiencia. Sin embargo, la filosofía es aplicable a la experiencia por el hecho de que nada puede ser experimentando, concebido, pensado, entendido, ni descrito, sin la ayuda de las categorías. (...) La filosofía no trata del contenido de la realidad, sino de la estructura lógica de la realidad. Y la estructura lógica de la realidad se define en términos de los conceptos, categorías que condicionan todo pensamiento y comprensión de la realidad.»



La filosofía surgió en el seno de la cultura ancestral griega. Durante la Edad Media la filosofía estuvo sometida a la teología. A partir de Montaigne (no de Descartes, que seguía sometido al pensamiento teológico/escolástico) la filosofía vuelve a cobrar autonomía. La filosofía no se convirtió en una actividad académica hasta el siglo XVIII. 

En la época actual nos encontramos con el problema de que la filosofía académica es en su mayor parte está dominada por el elitismo, la endogamia y tendencia a la jerga técnica sin sentido. Por otra parte, el problema de la filosofía popular es su falta de rigor, hasta el punto de que en muchos casos no se distingue del desvarío o la mera literatura.

Sobre la filosofía dice H.D. Thoreau con su habitual actualidad:
«Hoy en día tenemos profesores de filosofía, pero no filósofos. Sin embargo, enseñarla es admirable porque en un tiempo también lo fue vivirla. Ser un filósofo no cosiste en tener pensamientos sutiles meramente, ni en fundar una escuela, sino en amar la sabiduría tanto como para vivirla de acuerdo con sus dictados, para llevar una vida de simplicidad, independencia, magnanimidad y confianza. Consiste en resolver no sólo teóricamente algunos problemas de la vida, sino también prácticamente.» 

11 de mayo de 2015

Erich Fromm y la psicología como análisis de la realidad





En «El Miedo a la Libertad» su autor, Erich Fromm, intenta encontrar una explicación al auge y el éxito de las ideologías totalitarias y fascistas en el siglo XX, enfocándose en las motivaciones psicológicas de los sujetos; y adoptando como modelo teórico, de una forma un tanto libre, el psicoanálisis de Freud.

Me parece un enfoque esclarecedor en ciertos aspectos, pues en tanto que somos seres con una mente, nuestra conducta necesita explicarse apelando también a emociones, sentimientos y deseos; y no solamente a las ideologías. La psicología puede complementarse con el puro análisis de las ideas, así como con el estudio del contexto económico y social como hace el marxismo.

No obstante, el enfoque psiconalítico tiene el mismo defecto del que adolece todas psicología: sus teorías no se pueden verificar con datos objetivos ya que el contenido de la actividad mental es de naturaleza subjetiva y no se puede ver ni medir desde fuera.


Artículos relacionados:

- Reseña de "El Miedo a la Libertad" de Erich Fromm

- Resumen de "El Miedo a la Libertad" de Erich Fromm

6 de mayo de 2015

Richard Feynman acerca de la incertidumbre


El científico y divulgador Richard Feynman explica en esta parte de una entrevista su postura acerca de por qué debemos aceptar el vivir con la incertidumbre.




No tenemos las respuestas a las cuestiones más profundas sobre la existencia: ¿Por qué existimos? ¿Qué propósito tiene el universo? Ni siquiera sabemos si esas preguntas tienen un verdadero sentido. Y si alguna persona o doctrina afirma que posee esas respuestas entonces está mintiendo.

La religión sólo aporta fantasías y cuentos mitológicos para aliviar nuestra angustia ante la vida y la muerte; pero no aporta ningún conocimiento sobre la naturaleza última de la realidad. 

13 de abril de 2015

¿"Feminazis"?




A menudo vemos cómo se usa el calificativo de "feminazi" para descalificar a feministas que se comportan de un modo que algunas personas consideran abusivo. Pero, independientemente de que ese comportamiento sea en efecto un abuso, dicho calificativo me parece erróneo. Principalmente por tres razones.

Primero; aunque fuera cierto que algunas feministas supuestamente hubieran cometido abuso contra los hombres, esto no justifica generalizar ni extrapolar esa conducta a las feministas en general ni al feminismo como movimiento. Del feminismo como tal, como doctrina, no se deriva ninguna forma de abuso contra nadie.

Segundo; en ningún caso me parece que sea proporcionado equiparar a las feministas con los nazis. No hay ninguna conexión ideológica entre el nazismo y feminismo. No conozco ningún caso de feministas que hayan asesinado a otras personas o que hayan actuado como suelen actuar los partidarios del nazismo. No veo la semejanza en ningún aspecto. Han habido activistas de todas las idelogías [ecologismo, laicismo, ateísmo, socialismo, liberalismo, anarquismo,...] que han cometido abusos en alguna ocasión y no simplemente por eso se justifica equipararlos o calificarlos de "nazis".

Tercero; si ese calificativo se refiere en realidad a quienes asumen una doctrina que calificaríamos como hembrismo —que postula que las mujeres deben tomar el poder para dominar a los varones— entonces con más razón deberíamos rechazarlo puesto que no hace referencia a las feministas sino a las hembristas. Son dos posiciones muy diferentes.

Por tanto, considero que el calificativo "feminazi" es totalmente inapropiado para calificar a las feministas. Cuanto más analizamos esa descalificación, más absurda se revela.

El feminismo no postula ninguna clase de violencia contra otras personas. Sea lo que sea lo que algunas feministas digan o hagan en general, el supuesto error o abuso que pudieran cometer no tiene relación con el feminismo ni menos aún con el nazismo.

El término “nazi” ha pasado al lenguaje coloquial como apelativo despectivo al igual que palabras como “idiota”, “imbécil” y similares. Así sucede a menudo que cuando alguien se encuentra con una idea que simplemente no le gusta, o que es contraria a sus creencias, la tacha de “nazi” para intentar descalificarla —aunque no tenga la más mínima relación objetiva con el nazismo— y hace lo mismo con quienes defienden esa idea.

Que conste que personalmente no recuerdo que haya habido una sola vez que yo haya intentado conversar en los foros con personas auto-calificadas de "feministas militantes" en la que no me hayan insultado o despreciado por el simple hecho de ser varón. Sé que muchas feministas no actúan así pero pocas veces he tenido la suerte de conversar con ellas en los foros. Sin embargo, no por esta eventualidad voy a caer en el error de despreciar al feminismo, o a las feministas, por las equivocaciones o abusos cometidos por algunas de ellas, que no se derivan de la idea del feminismo. Dando por hecho, claro, que realmente aquellas personas con las que me topé fueran feministas y no adscritas a otra ideología diferente velada bajo el apelativo de feminismo —como sería el femisexismo o el hembrismo.

El argumento de que sólo las víctimas de un fenómeno pueden comprenderlo no es válido, por las razones que has expuesto, y asimismo también podríamos decir que el machismo nos afecta a todos, así que todos lo hemos sufrido, y en cierto modo todos somos víctimas de esa forma pensar. El machismo no sólo postula un modelo de mujer sino también un modelo de varón, y los varones han sido presionados para seguir ese modelo. Aquellos que no encajaban en ese modelo han sido ancestralmente despreciados o denigrados.

Quienes dicen que sólo las mujeres pueden comprender el feminismo, que sólo ellas pueden hablar de feminismo o participar en el feminismo, están incurriendo en una discriminación sexista. Yo entiendo que el feminismo se opone al machismo, que es un tipo de sexismo, en primer lugar porque es sexista. Se supone que el feminismo se basa en la igualdad, así que hacer una discriminación sexista contradice el principio de igualdad en el que se fundamenta el feminismo.

Pienso que bajo la etiqueta de feminismo algunas personas están defendiendo un enfoque  sexista. Históricamente, en el movimiento feminista se identificaron dos corrientes principales: el "feminismo de la igualdad" y el "feminismo de género". Esta última corriente ha devenido en posturas de sesgo sexista en favor de las mujeres y en detrimento de los varones, discriminando a la gente sólo por su sexo. Por tanto, creo que sería más adecuado denominarla femisexismo.

No existe el "feminazismo", pero lo que sí existe son tendencias favorables a las mujeres que no cumplen con el principio de igualdad, en el que se basa el feminismo, como sería el caso del hembrismo, el matriarcalismo y el femisexismo. 

Tanto feminismo como hembrismo son opuestos al machismo como tal. Pero eso no quiere decir que sean lo mismo o equivalentes o parecidos; de la misma manera que el liberalismo y el comunismo se oponen al fascismo y no por eso entendemos que sean lo mismo o equivalentes. La diferencia es que el hembrismo sería equivalente o análogo al machismo, dado que simplemente sustituye a la mujer en el lugar del varón como género sexual predominante y opresor. En cambio, el feminismo rechaza el sexismo y se basa en la igualdad. Feminismo y hembrismo son nociones opuestas.

Tendencias como el hembrismo puede que existan no sólo a nivel téorico pero su presencia activa es casi marginal. Sin embargo, lo que sí está mucho más presente en nuestra sociedad es el femisexismo: una tendencia sexista que se auto-califica de feminista pero cuyos criterios comtradicen todo lo defendido por el feminismo desde sus orígenes.

Por femisexismo me refiero a lo siguiente: un grupo de personas padece algún tipo de abuso concreto. Exactamente el mismo abuso. Entonces ciertas activistas u organizaciones sólo denuncian el abuso cometido contra personas de sexo femenino, pero ignorando deliberadamente a las de sexo masculino que han sido víctimas del mismo abuso, y sin que dicho abuso tengan relación alguna con el prejuicio del machismo. Esas activistas u organizaciones dicen ser "feministas" pero a mi entender no lo son puesto que violan el principio de igualdad y no denuncian el machismo, sino que simplemente se preocupan por las mujeres por ser mujeres y pretenden una atención especial hacia ellas.

Dicen que debemos preocuparnos por las mujeres porque son mujeres, por pertenecer a un determinado género sexual —y no porque sean personas o porque sean víctimas de un prejuicio y una opresión específica. El femisexismo discrimina moralmente entre individuos según el sexo al que pertenecen para privilegiar y favorecer uno frente a otro. Esto es sexismo.

El femisexismo pretende establecer tratos discriminatorios de favor basados en el sexo. Eso está en las antípodas de lo que el feminismo ha reivindicado siempre.

En conclusión, el hembrismo existe quizás como idea, pero poco más. El "feminazismo" no existe. El feminismo no tiene ninguna relación con el fascismo. Pero lo que sí existe es el femisexismo. Esto es, una forma de sexismo que pretende privilegiar a las mujeres, y denigrar a los varones, para contrarrestar el sexismo machista que ha prevalecido hasta ahora; usando sus mismas pautas. Esto no es feminismo, pues el feminismo se basa en la igualdad y rechaza cualquier discriminación moral basada en el sexo.


25 de marzo de 2015

La naturaleza es un concepto



La noción de naturaleza es un concepto general que hemos creado nosotros para diferenciar esa parte de la realidad que no pertenece al contexto que denominamos cultural o artificial.

Llamamos naturaleza a todo aquello que no ha sido producido, manipulado o transformado directamente por los seres humanos. Un río es natural, es naturaleza, mientras que una tubería es artificial; aunque la tubería está hecha con elementos extraídos de la naturaleza.

La naturaleza no es un individuo, no es una persona, no es una entidad. La naturaleza es un concepto —es una abstracción sobre una parte que hemos seleccionado de la realidad pero que no se refiere a ninguna entidad real y concreta. Este concepto engloba a los elementos de la realidad que surgen fuera de la intervención humana: árboles, nubes, montañas, mares, planetas,...

Por tanto, la naturaleza no puede ser sabia ni cruel ni bondadosa ni ninguna otra cualidad que es propia sólo de los individuos, porque la naturaleza no es un ser individual que tenga emociones ni intenciones.

No hay ningún ente que sea "la naturaleza" que posea cualidades o que albergue proyectos. La naturaleza es un concepto que hemos inventado para discriminar desde nuestra perspectiva particular y antropocéntrica entre ámbitos de una misma y única realidad.

14 de marzo de 2015

Literatura para pensar



La novela «El Señor de las Moscas», de William Golding ; junto con «1984» de George Orwell; «Un Mundo Feliz», de Aldous Huxley, y «Farenheit 451» de Ray Bradbury, constituyen la tetralogía literaria moderna que más acertadamente ha escenificado los peores aspectos de la naturaleza humana: la violencia, el oscurantismo, la opresión y el totalitarismo.

6 de marzo de 2015

La ética no es una imposición





La ética no puede ser una “imposición” porque eso supondría alegar que se nos «im-pone» algo que no es inherente a nosotros. Es decir, que se nos fuerza a acatar algo que es ajeno a nosotros. Pero no es así.

La ética es una obligación inherente a nuestra propia facultad de razonar. Por eso no se puede imponer, por definición. Sólo podríamos decir que se im-pone (se introduce interiormente) en el caso de que fuera algo externo a lo que se nos quiere forzar.

La ética es una pura derivación de la lógica. El principio de igualdad y el concepto de valor intrínseco se derivan directamente del principio lógico de identidad. Esto no lo podemos imponer ni refutar; sólo lo podemos reconocer. No podemos imponer ni refutar que A=A.

Así, los principios básicos de la ética son puramente lógicos y estamos obligados a ellos por nuestra facultad de razonamiento. Estamos intrínsecamente obligados a reconocer que A=A y lógicamente a acatar ese principio en nuestra conducta. Pero no obligados en el sentido de forzados o coaccionados sino en el sentido de necesidad lógica.

Cuando decidimos ignorar o quebrantar esos principios entonces somos nosotros quienes estamos imponiendo nuestros deseos o intenciones por encima de los de otros individuos.

Si los demás individuos son igualmente sujetos como nosotros y tienen los mismos intereses básicos que nosotros (A=A) entonces lógicamente debemos considerarlos al mismo nivel que los nuestros puesto que son los mismos intereses, aunque se den en individuos diferentes. Esto es la igualdad en sentido moral. Lo opuesto a la imposición de unos sobre otros.

Podemos hacer leyes que impongan determinada conducta basándonos en normas morales. Esto sí. Las leyes jurídicas siempre son una imposición; son de carácter coactivo. Ahora bien, cuando le decimos a alguien que debe o no debe hacer tal cosa porque es éticamente incorrecto o injusto, no le estamos imponiendo nada. Porque ese mandato no es ajeno a su naturaleza moral. De hecho, le estamos diciendo que deje de imponer injustificadamente a los demás sus deseos y que sea consecuente con la razón, que es parte inherente de nuestra propia personalidad.

Además, la imposición nunca es un hecho intrínsecamente malo ni bueno por sí mismo. Puede ser correcto o incorrecto. Depende de si está moralmente justificada o no. Lo cual nos retorna de nuevo a los principios éticos que son el referente normativo de la moralidad. Y el único fundamento objetivo que puede tener una moral es la lógica.

En conclusión, la ética parece una imposición sólo para aquellos que no la han comprendido o asumido. Para quienes la hemos interiorizado reconocemos que una extensión de nuestra propia racionalidad. Las normas ética provienen de la razón, que es inherente a nosotros, no desde fuera de nosotros. Razonar no es una limitación sino un desarrollo de la personalidad racional.

1 de marzo de 2015

Ignorancia




No tengo problema en reconocer que soy ignorante en muchos temas.

Ignoro incluso lo básico de la carpintería, la mecánica y la física cuántica.

Al igual que no tengo problema en reconocer que mucha gente ignora hasta las nociones más elementales de filosofía, ética, política y nutrición.

Pero hacernos los ofendidos no nos va a traer el conocimiento que nos resuelva este problema.

Reconoce que eres un ignorante y, si quieres, soluciónalo.



25 de febrero de 2015

Los sentimientos




Los sentimientos pueden ser buenos o malos. Para saberlo necesitamos apelar a la razón. 

Por eso es un error creer que los sentimientos nos inclinan necesariamente a  lo que está bien. 

Los sentimientos en algunos casos pueden estar motivados por prejuicios o creencias inculcadas que van contra la realidad, contra la ética o contra nosotros mismos.

El poder de los sentimientos es muy grande, por eso requieren un control igual de riguroso, o mayor si cabe, al control que debemos aplicar sobre los razonamientos.

24 de febrero de 2015

Filosofía Política : Antonio García-Trevijano


Decir filosofía política en España es lo mismo que decir Antonio García-Trevijano, la mente más lúcida e independiente de la teoría política en nuestro país. Además de ser un gran intelectual, también es un excelente orador y él mismo explica muy bien sus ideas en las charlas y conferencias que ha ido dando durante varias décadas. Aquí dejo una selección de vídeos, en orden cronológico, de obligada visión para cualquiera que quiera tener nociones básicas y correctas sobre lo que es la política y lo que realmente significa la democracia. Esa democracia que nos robaron los partidos políticos que conspiraron aquella reforma del franquismo, aquel gran fraude, llamada "Transición".



























17 de febrero de 2015

Hanna Arendt y la banalidad del mal




Cuando Hanna Arendt ideó el concepto de «banalidad del mal» se refería a que el mal no era algo excepcional hecho por seres malvados sino que podía ser algo habitual y cometido por la gente normal. 

Esto lo vemos con toda claridad en el caso del especismo

Personas que no son psicópatas participan todos los días en  el abuso de animales inocentes sin apenas ser conscientes de lo que hacen. La gran mayoría de la sociedad financia la esclavitud y el asesinato de otros animales por simple inercia y placer.

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