9 de noviembre de 2013

Tantos tontos tópicos




He querido hacer una selección y crítica de lugares comunes, pero sólo de aquellos que muestran a las claras un carácter moral y político. Por eso mismo son más peligrosos que otros, puesto que estos tópicos son prácticos, es decir, pretenden transformar la conducta individual o colectiva. Hay algo que está presente en todos ellos, digamos que la ignorancia y la pereza mental. En nuestro país y en este momento, además, delatan las actitudes y creencias dominantes: el relativismo moral y cultural, la igualación de todos y en todo, el tramposo recurso al derecho para justificar nuestra falta de virtud…


Un tópico es un comodín verbal, una muletilla, que decimos simplemente porque se dice. O, lo que es igual, porque nos ahorra el costoso ejercicio de pensar o juzgar por nuestra cuenta y así además nos evita riesgos. Eso significa que los tópicos nos permiten ‘ser de los nuestros’, estar a buenas con el grupo, congraciarnos con la mayoría y aceptar lo que está mandado. Si con frecuencia son ‘frases hechas’, es porque nos las dan ya preparadas y nos las apropiamos sin esfuerzo.

http://ebiblioteca.org/?/ver/73579

Aurelio Arteta, desgrana los tópicos de la conversación que, más allá de la mera rutina verbal, van asentando el poder de la mayoría en el discurso social dominante. Y, junto a tópicos bastante inocuos, hay otros que pueden ser venenosos en la vida de una persona o de su comunidad. Sobre todo los de carácter moral y político”, asegura el filósofo.

"Todas las opiniones son respetables" 

Renuncio a todo criterio de valor, aquí vale todo igual, carezco de argumentos contra la barbarie, incurro en el relativismo y en el nihilismo y si proclamo que los judíos son bichos asquerosos, entonces justifico el genocidio.

"Déjate de filosofías" 


Más que una filosofía, lo probable es que cada cual tenga sus propias creencias o supersticiones que no se aviene a poner a prueba. 


"Mi cuerpo es mío"

"Expresa una idea instrumental del cuerpo, perniciosa, porque yo no tengo un cuerpo: ¡yo soy mi cuerpo! Mi cuerpo no debe ser tratado como objeto, ni por mí ni por nadie."

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120320/54271023318/aurelio-arteta-respeto-ideas-personas.html 

La filosofía práctica no está hecha para predicar en el vacío, sino para guiar nuestra conducta privada y pública. Como una vía de acercar esa reflexión a la gente, Aurelio Arteta nos propone reunir estos tópicos tan familiares a fin de escudriñar sus flacos fundamentos y efectos perversos. Ellos delatan las creencias dominantes, los grandes prejuicios colectivos. Tantos tontos tópicos recoge desde las excusas más socorridas de la irresponsabilidad y la pereza hasta la retórica ordinaria sobre la violencia o la democracia.

Son estos comodines del lenguaje ordinario los que nos aportan la seguridad de que no estamos solos. Tal es la función primera de los tópicos: acomodarnos al grupo, vestirnos a la moda verbal del momento, volvernos normales. A base de amontonar esos lugares comunes, construimos nuestra comunicación más impersonal y automática.

Decir lo que se dice nos permite opinar sin la molestia de pensar lo que decimos y, de paso, alcanzar la ilusoria certeza de entender y ser entendidos. Y en ésas estamos.



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