17 de octubre de 2016

Ética y moral son sinónimos



Por lo visto, existe cierta controversia sobre si los términos ética y moral son sinónimos o hacen referencia a cosas distintas. Me ha sorprendido ver que algunas personas aseveran que son cosas distintas, porque esto no se ajusta a mis lecturas y estudios sobre filosofía, en los que nunca se visto que se estableciera que cada uno de los términos se adscribieran a conceptos distintos.

Si no hacen referencia a cosas distintas, ¿por qué existen dos términos? Bueno, eso tiene una explicación que proviene de la etimología.

Según explican en la página Filópolis:

«La palabra ética proviene del griego êthos y significaba, primitivamente, estancia, lugar donde se habita. Posteriormente, Aristóteles afinó este sentido y, a partir de él, significó manera de ser, carácter. Así, la ética era como una especie de segunda casa o naturaleza; una segunda naturaleza adquirida, no heredada como lo es la naturaleza biológica. De esta concepción se desprende que una persona puede moldear, forjar o construir su modo de ser o êthos.

¿Cómo se adquiere o moldea este êthos, esta manera de ser? El hombre la construye mediante la creación de hábitos, unos hábitos que se alcanzan por repetición de actos. El êthos o carácter de una persona estaría configurado por un conjunto de hábitos; y, como si fuera un círculo o una rueda, éste êthos o carácter, integrado por hábitos, nos lleva en realizar unos determinados actos, unos actos que provienen de nuestra manera de ser adquirida.

La palabra moral traduce la expresión latina moralis, que derivaba de mos (en plural mores) y significaba costumbre. Con la palabra moralis, los romanos recogían el sentido griego de êthos: las costumbres también se alcanzan a partir de una repetición de actos. A pesar de este profundo parentesco, la palabra moralis tendió a aplicarse a las normas concretas que han de regir las acciones.

Así, pues, desde la etimología, hay poca diferencia entre ética y moral: una y otra hacen referencia a una realidad parecida.»

Desde el punto de vista etimológico no son parecidos; son lo mismo. Los griegos y los romanos usaban ambas palabras para referirse a la misma entidad. Nuestro idioma recoge ambos términos porque nuestra herencia cultural es grecorromana. Grecia y Roma son los referentes culturales de nuestra civilización.

Esto coincide con lo que relata Ferrater Mora en su conocido Diccionario de Filosofía:

«MORAL se deriva de mos, costumbre, lo mismo que 'ética' de ήθος y por eso 'ética' y 'moral' son empleados a veces indistintamente. Como dice Cicerón (De fato, I, 1), "puesto que se refiere a las costumbres, que los griegos llaman ήθος, nosotros MOR solemos llamar a esta parte de la filosofía una filosofía de las costumbres, pero conviene enriquecer la lengua latina y llamarla moral".»

No hay ninguna razón basada en la etimología, la historia y el origen cultural que justifique establecer una diferencia entre ambos. 

Según la Wikipedia:

«Varios autores consideran como sinónimos a estos términos debido a que sus orígenes etimológicos son similares, aunque otros no consideran a la moral y la ética como lo mismo, como es el caso del filósofo español Gustavo Bueno. Algunas posturas conciben la ética como el conjunto de normas sugeridas por un filósofo o proveniente de una religión, en tanto que a «moral» se le designa el grado de acatamiento que los individuos dispensan a las normas imperantes en el grupo social. No todos acuerdan con dicha distinción, y por eso es que en un sentido práctico, ambos términos se usan indistintamente, y a menudo no se distingue entre los dos conceptos, haciéndolos equivalentes.»

Esa diferencia pretende sostener que ética es la moral que proponen los filósofos y que la moral es la ética que establece la sociedad. Es decir, esencialmente nos seguimos refiriendo a lo mismo; sólo cambia el fundamento que pretende establecer el código de conducta imperativo. Así nos recuerdan en la página Ética En Docentes De Matemática:

«A menudo se utiliza la palabra “ética” como sinónimo de lo que anteriormente hemos llamado “la moral”, es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y de los individuos. La palabra “ética” procede del griego ethos, que significa originariamente “morada” “lugar en donde vivimos” pero posteriormente pasó a significar “el carácter”, el “modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. Por su parte el término “moral” procede del latín “mos, moris”, que originariamente significa “costumbre”, pero que después pasó a significar también “carácter” o “modo de ser”. De este modo, “ética” y “moral” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos.»

Lo que ha sucedido al parecer es que la simple existencia de dos palabras distintas ha conducido a la suposición de que deben referirse a cosas distintas; pero no es así. Se refieren a lo mismo. Otra cosa es que algunos decidan ahora usarlas con significados distintos; pero no tenemos por qué respetar esa decisión ya que es arbitraria, injustificada y es consecuencia de ignorar la historia de los términos implicados. 

El argumento más habitual que se expone para intentar diferenciar entre ética y moral señala que la ética es teórica y que la moral es práctica; pero esto es lo mismo que decir que la ética es la reflexión sobre la moral y que la moral es la aplicación de la ética. De nuevo nos encontramos con que estamos haciendo referencia a lo mismo y que han divido los términos para señalar distintos aspectos de una misma cosa.

No hay ética que no prescriba una práctica y no hay moral que no implique razonamiento, así que esa distinción entre teoría y práctica no justifica distinguir entre ética y moral, puesto que ambos contienen por igual teoría y práctica. Me parece correcto distinguir entre los distintos aspectos de una misma cosa, pero no me parece correcto inventarse los significados de términos ya establecidos cambiando su definición original sólo por nuestro capricho.

Otro argumento señala que la ética es el estudio filosófico de la moral; pero esto es lo mismo que decir: la filosofía moral. La reflexión filosófica sobre la moral es filosofía y, por eso, se habla de la filosofía de la moral o filosofía moral. A lo largo de la historia, ningún filósofo ha establecido o razonado que existiera una diferencia entre ética y moral. Al menos, ninguno de los filósofos conocidos dentro de la tradición del canon occidental. No conozco las obras de todos los filósofos, si bien no me extraña que alguno relativamente reciente, como es el caso de Gustavo Bueno, se hubiera apuntado a esa moda de empeñarse en distinguir lo que es indistinguible.

No hay una diferencia esencial entre ética y moral; son sinónimos. Lo único que hay es un empeño irracional por diferenciar entre ambos términos, sin ninguna razón objetiva que justifique esa diferencia. Este empeño es irracional porque ignora la historia de los términos e ignora el principio de simplicidad [conocido también como principio de parsimonia o principio de Ockham] que proscribe aumentar la complejidad sin una razón suficiente que lo justifique; y esa razón no existe en este caso.


En lugar de comprender que ambos términos hacen referencia a lo mismo, y que ambos están presentes porque nuestra cultura tiene dos herencias originarias —Grecia y Roma—, algunas personas se empeñan en inventarse una diferencia inexistente e innecesaria e injustificada entre ambos; ignorando así toda la historia de la filosofia, en la que nunca se estableció una diferencia conceptual entre ambos. De la ignorancia nunca se puede obtener conocimiento y sólo se obtiene más ignorancia.

A veces sucede que para describir determinados aspectos de la ética/moral usamos sólo uno de los términos de forma habitual. Por ejemplo, hablamos de moralidad en lugar de eticidad, para expresar la capacidad de comprender y actuar moralmente. Pero esto no sucede así porque ética y moral se refieran a fenómenos diferentes —puesto que hacen referencia a lo mismo— sino sólo por costumbre. De hecho, el término moral es el más habitualmente usado porque nuestra lengua proviene directamente del latín, mientras que los términos griegos están menos presentes y suelen ser usados en muchas ocasiones sólo dentro de un contexto culto y no coloquial.

Pretender una diferencia entre ética y moral es como insistir en que hay una diferencia entre términos como perro y can, o entre Júpiter y Zeus, cuando sabemos que hacen referencia a lo mismo. Es el resultado de ignorar la historia de nuestra lengua y la historia de la filosofía. Como así concluye Gustavo Ortiz Millán en su propio ensayo sobre la distinción entre ética y moral:

«[...] a menos que estos términos vayan acompañados de una teoría normativa o de una justificación más amplia, por sí mismos no pueden justificar que la conducta ética sea superior a la moral o viceversa, y que debamos comportarnos o vivir nuestra vida de un modo llamado “ético” y no de otro llamado “moral”. Si esto es así, entonces no es claro por qué se insiste en estipular un determinado uso para cada uno de estos términos, pretendiendo que algo importante depende de la estipulación. Fuera del ámbito de la teoría que haga la distinción, nada importante depende de una estipulación terminológica como ésta… ni ética ni moralmente hablando.»

5 comentarios:

  1. Hola Luis,

    ¿Has cambiado de opinión?, recuerdo que hace un tiempo pensabas de manera diferente, recuerdo haber leído que considerabas ambos conceptos de manera distinta.

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Hola, Nicole.

      No recuerdo haber cambiado de opinión. Llevo varios años teniendo discusiones sobre este tema, precisamente porque yo considero que son sinónimos y me encuentro con gente que afirma que son diferentes; por eso me decidí a publicar esta entrada. Yo siempre he considerado que son sinónimos y en la historia de la filosofía que yo he estudiado nunca he leído a ningún autor que estableciera una diferencia esencial entre los términos. Esa diferencia es algo reciente y, además, carece de fundamento y sólo sirve para complicar y confundir todavía más la cuestión de la moral, es decir, la cuestión de la ética.

      Debo confesar que esta entrada no está terminado del todo todavía, y aún tengo que revisarla y seguramente añadir o refinar algunos puntos y argumentos; pero la idea esencial se mantiene. Estuve buscando referencias históricas sobre la supuesta diferencia entre ética y moral, pero resulta que no encontré ninguna hasta ahora, porque esa diferencia nunca había existido en filosofía, y es algo que se han inventado en época reciente, partiendo sólo del hecho de que existen dos términos.

      Un saludo.

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    2. Gracias Luis por la aclaración, no estaba segura por eso decidí preguntarte. Probablemente me confundí con otro artículo.

      Estoy de acuerdo con lo que dices, la verdad que llevo un tiempo planteándome esta cuestión. Lamentablemente en mi carrera actual y la anterior que estaba (Sociología) tuve muchas discusiones sobre lo que mencionas. los profesores suelen reducir la moral a un simple código moral de tipo cultural y la ética como una mera reflexión filosófica. Creo que en parte esta diferencia que hacen se debe a la influencia que ha tenido las ciencias jurídicas o el derecho positivo.

      Un saludo

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  2. Lo que a mi me enseñaron en la escuela y creí estaba bien establecido hasta que voy encontrando ( con gran sorpresa ) no es el caso, es que ética es la moral aterrizada en la realidad y la práctica.

    Entonces la ética es el conjunto de reglas más o menos precisas que implementan una concepción de una moral más o menos general y que la mayoría acepta, en un área determinada.

    Por eso nunca se habla de una moral médica sino de una ética médica, y lo mismo para cualquier otra profesión.

    La pregunta es cuándo se abandonó esta definición para incurrir en una confusión idiomática más y por qué tendemos a optar por la contramedida ( aquello que intenta sabotear una solución ) y no por la solución al problema. El caso más conocido es el de haber desechado "anfitrión" para usar "huésped" como ambas cosas, pero según lo que se describe aquí, "ética" está en el mismo nivel de sabotaje del idioma.

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  3. Hola amigo, te recomiendo que revises el texto "Ética, moral y psicoanálisis" del profesor Anthony Sampson. Adjunto el link: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4536399.pdf

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