8 de agosto de 2015

El egoísmo: una aclaración



«No hay que anteponer el cuidado de los otros al cuidado de sí; el cuidado de sí es éticamente primero, en la medida que la relación consigo mismo es ontológicamente primera.» - Michel Foucault

Considero que el egoísmo no sería inmoral. ¿Qué es el egoísmo? Podemos definir el egoísmo como la actitud de preocuparse sólo por uno mismo. 

Si alguien quiere dedicar toda su vida a pintar cuadros, porque esto es lo que le satisface, pienso que tiene derecho a hacerlo. Los individuos son fines en sí mismos y no son medios para ser legítimamente utilizados para lograr alguna finalidad ajena a su voluntad y sus intereses.

El egoísmo, si lo entendemos por la preferencia de preocuparse y cuidarse de uno mismo, no es un acto inmoral. El egoísmo es un instinto natural de todo individuo, igual que lo es obtener un beneficio y evitar el daño.

El problema sólo ocurre cuando el egoísmo no se atiene a los límites de la ética; al igual que el placer. Está mal hacer daño a otros individuos sólo por placer, pero el placer no es intrínsecamente malo en sí mismo. Está mal hacer daño a otros individuos sólo por egoísmo, pero el egoísmo no es intrínsecamente malo en sí mismo.


El egoísmo puede ser inmoral si implica violar los derechos de otros individuos; pero el altruismo también puede ser inmoral de la misma forma, cuando se exige que los individuos se sacrifiquen forzadamente en beneficio de otros.

Exigir que no sacrifiquen a un individuo forzadamente para el beneficio de otros no es imponer a ese individuo por encima de los demás sino que sería justamente lo contrario: que los intereses de todos los individuos sean igualmente considerados y no se fuercen a unos a servir a los de otros.


A menudo se confunde el egoísmo con el egocentrismo, que consiste en imponerse uno mismo como centro de decisión frente a cualquier otro criterio: "esto es así porque yo lo digo así o porque yo lo quiero así".

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